martes, 29 de enero de 2008

Superpoderes

Mi compañera de trabajo me ha dicho hoy que estas cosas sólo me pasan a mí. Yo le he dicho que nos pasa a todos, sólo que yo suelo fijarme mucho en la gente. Y nos hemos reído. Como siempre. Gracias a eso aguantamos las dos en la oficina...

Pero os cuento.

Salgo de casa al mediodía para ir a trabajar y espero en la parada del bus. Sale una mujer de unos 75 u 80 años del portal y veo que mira a un balcón de la acera de enfrente (bastante ancha, por cierto) y saluda. Miro al balcón en cuestión (un segundo piso) y hay otra anciana que responde al saludo. Vuelvo la vista a la mujer de mi ziquierda y empiezo a oir un murmullo. Un brbrbrbrrbrbrbr mientras gesticula, mirando el balcón. Le estaba explicando algo a su amiga. Pero, evidentmente, era imposible que su amiga pudiera entender algo. A mí me era imposible oir lo que decía, imaginad a su vecina. Sonrío irónicamente y miro al balcón. La vecina sonríe y asiente. Mi sonrisa se petrifica. Vuelvo a mirar a mi lado y conintúa el brbrbrbrr. Entonces calla y empieza a asentir ella. La mujer del balcón es la que habla ahora. Pero no se oye absolutamente nada!!! La mujer de mi izquierda vuelve con su brbrbrbrrbr y se señala el pie, haciendo un gesto como indicando que le va para largo. Hace una breve pausa, mira a su amiga, hace un brbr más sonoro pero inaudible en su sentido y se despide. La vecina también se despide sonriendo.

Sigo sonriendo, aunque esta vez alucinada por el poder de comprensión de las dos amigas.

¿Será que cuando superas el límite de los 70 desarrollas un poder que nadie más conoce que te hace capaz de tener un superoído? ¿Mienten cuando hacen que no te oyen sólo para que les dejes en paz y puedan seguir viendo la tele a sus 80 años? ¿Son de otro planeta? ¿Cómo han conseguido entenderse en esa conversación de unos 5 minutos sin subir el tono de voz?

Cuando llegue a los 70 lo sabré. Creo que ningún octogenario revelará nunca su secreto. Así podrán acabar de vivir tranquilos. Eso sí, oyendo una conversación a 3 pisos de altura sin ningun esfuerzo. Y encima, contestando y recibiendo respuesta de sus colegas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo con lo sorda que estoy ahora seguro que a los 70 ya habré desarrollado algún otro tipo de comunicación para hablar con mis vecinas...

claro que tu y yo muchas veces nos decimos tanto sin hablar, a base de caras.. jajajajajjaj

Unknown dijo...

los poderes se acentúan con los años.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Las arrugas, el bastón y el pelo blanco son consecuencia de un superpoder.
También es un poder decir tonterías como yo.