jueves, 7 de febrero de 2008

Bona nit!


Cuando te metes en la habitación para ir a dormir, Dana lo sabe. Igual que sabe cuándo te levantas para ir a la cocina o sólo vas al baño. Dependiendo de dónde vayas, hará una cosa u otra.

Tiene su ritual cada noche. Deja que nos acostemos y nos observa, con las orejas en alto, desde los pies de la cama. Espera a que apaguemos la luz y entonces empiezas a oir sus pasitos alrededor de la cama.

Noto cómo apoya su cabeza en mi pierna y suspira. Vuelve a darse una vuelta y aparece a mi lado. Mete la cabeza entre las sábanas, vuelve a apoyar la cabeza junto a la mía y me da besos de buenas noches. Yo la acaricio y la beso y entonces se va. Se estira, después escuchar cómo da mil vueltas y espera un tiempo que ella cree razonable para levantarse y volver a observarnos, para comprobar si estamos dormidos. Veo su silueta a mi lado (siempre me hace reir) y mira de un lado a otro. Si cree que estamos dormidos, viene su primer intento.

Poco a poco, sin hacer ruido ni saltar, pone una pata en la cama y se apoya en ella. Sube la otra y estira medio cuerpo. Si le decimos algo, baja o se queda así, como diciendo "si no iba a subir, sólo me quedaré con medio cuerpo estirado...". Pero si te haces el dormido, ves como sube con mucho esfuerzo, ya que no puede hacer ruido, y se acomoda entre los dos, a los pies de la cama. Siempre entre nosotros.

Normalmente nos damos cuenta y no la dejamos. Pero cuántas mañanas me habré despertado con Dana agarrando mis piernas y utilizándolas como almohada...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nina en cambio... sube, te muerde el pie, se da una vuelta por la habitación a ver qué puede tirar ( cuanto más ruido, mejor), vuelve a subir, te pisa la cara...

cada uno demuestra cariño a su manera ;)