
Ayer, leyendo un libro en el bus de vuelta a casa, me pasó algo curioso.
"Me entraron ganas de bostezar", leí.
Y bostecé. Le imaginé bostezando y se me pegó. Normalmente miras a alguien que bosteza y tú también lo acabas haciendo, pero nunca me había pasado que al leerlo e imaginar la escena, se me contagiara.
No sé, fue curioso.
3 comentarios:
ahora tiene más sentido lo de american pshyco...
pura empatía
josajojaosjojasojoas cada día estàs pitjor, preciosa!!!!
Publicar un comentario